- "Nadie puede negar que a las 13 semanas y 4 días no era un bebé"
- "¡Su pequeño cuerpo era tan perfecto!"
- "Con diez dedos minúsculos y diez dedos de los pies diminutos"
- "Tenía una nariz, una boca, dos pequeños ojos y oídos"
Allison y Daniel estaban emocionados con un nuevo
embarazo y el hecho de poder darle un hermanito a su hijo Mattew: seguir
día a día su desarrollo, escuchar su corazón, verle como movía sus
brazos y piernas en las ecografías. Allison: “Yo lo amaba desde el momento en que supe que era mío”.
Sin embargo, a las 15 semanas las pruebas delataron lo peor, el corazón de Nathan no latía y su peso y talla sólo correspondía a un feto de 13 semanas y 4 días de gestación. Allison relata a LifeNews que sintió como si corazón dejase de latir con el de su hijo.
Solo cuatro días menos y el cuerpo de su hijo hubiese sido tratado como un residuo
“El doctor nos dijo que no había signos
de infección por el aborto involuntario y que podíamos regresar” a casa
y “acudir a mi ginecólogo”. “Sólo así, sin funeraria, sin ataúd, sólo yo, mi marido y nuestro hijo muerto en mi seno debíamos volver a casa y esperar a las horas normales de oficina”. "Yo sé que el Señor me dio una paz más allá de mi comprensión durante este tiempo”.
Al día siguiente a Allison le provocaron el parto para que tuviese a su hijo ya muerto,
pues le dijeron a partir de la semana 13 era el medio más eficaz para
extraer al bebé y que no quedaran residuos en su interior, además se lo
podría llevar a casa y enterrar. Nathan tenía, según las ecografías, 13
semanas y 4 días. “Sólo cuatro días antes y el cuerpo de mi bebé posiblemente hubiera sido víctima de horrores indescriptibles y seguramente descartado como residuos. ¿Cómo puede ser eso?”, exclama Allison.
Testimonio de una madre sobre su hijo perfectamente formado
"Su pequeño cuerpo era tan perfecto,
con diez dedos minúsculos y diez dedos de los pies diminutos. Tenía una
nariz, una boca, dos pequeños ojos y oídos". “Estaba tan perfectamente
formado. Nadie puede negar que a las 13 semanas y 4 días de edad no era un bebé”.
La familia quiso enterrarlo
adecuadamente aunque, según la ley, hasta la semana 20 de gestación el
bebé no necesita un certificado de defunción o estar legalmente
enterrado en un cementerio.
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